Negligencia médica en caso del Hijo del Perro Aguayo / Como lo debieron haber atendido


Se está volviendo viral el siguiente comentario que dicta el protocolo de atención correcto que los paramédicos y personal médico debieron haber hecho en lo sucedido en Tijuana con la muerte de el Hijo del Perro Aguayo.

El protocolo de atención debió ser así:

Los primeros respondientes (que por lo que veo no eran paramédicos) debieron haber tratado al Hijo del Perro Aguayo sobre una superficie plana, es decir, la acción en el cuadrilátero se debió haber detenido para que el personal de atención tratara al Perro sobre el cuadrilátero.

Es evidente que el personal no tenía el equipo necesario para tratar una situación así, dada la acción que precedió el accidente automáticamente se sospecha de una lesión en cervicales por lo que el Perro no se moviliza hasta que tenga un collarín puesto, inmovilizadores laterales y la férula espinal larga (una tabla rígida especial para traslado de pacientes con traumatismo, que en este caso utilizaron una tabla vaga para llevárselo) con la araña de inmovilización corporal.  

Mientras personal inmovilizaba al Perro, otra persona debió haber verificado como primera instancia la existencia de pulso en su cuerpo (de preferencia de la arteria carótida por ser más preciso), de no existir pulso y si jadea o no respiraba, se iniciaba Reanimación Cardiopulmonar sobre la férula espinal larga o sobre la superficie plana del cuadrilátero. 

Aunado a eso ya se debería estar ventilando mecánicamente al Perro con una bolsa válvula mascarilla (sin esto, la válvula orofaríngea que se le insertó no tiene mucho impacto en la respiración) y su respectiva dosis de un tanque de oxígeno portátil que todo equipo de paramédicos tiene.

De haber iniciado RCP (30 compresiones torácicas por 2 ventilaciones), la camilla ya debería estar a un lado del cuadrilátero para interrumpir la RCP (no más de 10 segundos) y trasladarlo del cuadrilátero a la camilla y seguir con la reanimación en movimiento (es decir, un paramédico aplica compresiones torácicas arriba de la camilla mientras esta se mueve dirigiendose a la ambulancia).

De haber tenido pulso el Perro pero sin respiración habría de colocarle la cánula orofaringea y ventilado mecánicamente cada 5 o 6 segundos, verificando siempre que no pierda el pulso cardíaco, de ser así, inicar de inmediato RCP.

Lo cierto es que el tiempo de detección de la lesión y los pocos recursos humanos y materiales generaron la fallida reanimación del Hijo del Perro Aguayo.